Cartier Drive: un nuevo impulso

Cartier combina valor mecánico, confección de altura y la legendaria caja en forma de cojín para crear su más masculina colección de relojería: Drive.

Los relojes con forma de cojín (una complexión que adoptó su nombre de la forma de los asientos de los automóviles) son un capítulo muy varonil en la historia de la relojería.

Este año, dentro del Salón Internacional de Alta Relojería de Ginebra, Cartier sorprendió con su interpretación del reloj acojinado: Drive. 

Una nueva serie que no deja dudas acerca de su intención y destinatarios, pues no pasará desapercibida por los hombres.

El nombre de la colección alude a la conducción de una fuente de energía capaz de potenciar la oferta de relojería masculina de Cartier.

Drive complementa sus colecciones hermanas de entrada a la marca francesa, especialmente, Diver y Calibre.  Además, se ubica en un precio sumamente accesible que le permite aunar a esa fuerte relojería de manufactura.

Drive: Un laberinto en donde podrás perderte en sus detalles.

Toda la pieza deja ver con claridad que se trata un reloj viril, útil y exento de ambigüedades.

Drive se presenta generoso y contundente. La forma semirrectangular coquetea con la redondez y es enfatizada por el bisel inclinado y el abombado cristal de zafiro.

La altura de la caja es apenas un milímetro mayor que su anchura, por lo que el efecto de continuidad de las asas integradas apenas es interrumpido en su punto de unión con la caja. Sin embargo, preserva un impecable terminado pulido espejo.

Hacia adentro del clásico dial de flinqué plateado de Cartier hallamos los numerales romanos pintados, los finos guillochés y la variedad de superficies y niveles con la que cada versión gusta de mostrar su individualidad.

En cada referencia de Drive, la vía horaria interior va indexada dentro de un delgado marco.

En los modelos automáticos, el segundero presume de un guilloché circular. En todos los casos, las manecillas azuladas producen un generoso contraste que se lleva bien con las cajas aceradas o áureas por igual.

Trío excepcional

Drive de Cartier se presenta en tres variantes: dos complicaciones menores y una de alta relojería, todas con diversas presentaciones de caja (acero y oro) y carátula (blanco, gris y negro), dependiendo de la referencia.

La puerta de entrada al mundo Drive y su forma acojinada es sumamente exitosa. Se trata de un “solotiempo”; horas, minutos y segundos pequeños con fecha.

El calibre de manufactura 1904-PS MC fue creado en 2010 como parte de una renovación mecánica de la maison gala.

La segunda presentación del Drive es un GMT retrógrado con indicación de día y noche, segundos pequeños y gran fecha. Empleador de una variante modificada del cal. 1904, la mecánica puede ajustarse del todo por medio de la corona.

Para rematar la serie, tenemos el Drive de Cartier Flying Tourbillon, una vistosa pieza creada a mano en los talleres de la maison, en Ginebra.

En el caso del Drive a torbellino, la apariencia es detallada y la carátula expande el alcance del guilloché floral hacia el borde interior del bisel angulado. Paralelamente, el capítulo de los numerales ha sido elevado sobre la decorada superficie.

Además, en la posición de las seis, el pulido y vistoso torbellino volante está firmado con su característica “C”.

Con Drive, Cartier nos regala nuevas referencias de fina relojería que escriben un nuevo capítulo en su historia: una de relojes poderosos de aspecto y funcionamiento que confirma el prestigio y saber hacer de la casa que la lleva a marcar pautas que los demás seguirán.

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