Clase E: estrella de la tecnología automotriz

La Clase E de Mercedes Benz se parece a sus hermanos de marca, pero ahí terminan las semejanzas. Es, en realidad, la nueva tesis de tecnología automotriz.

MERCEDEZ BENZ CLASE E, UNA ESTRELLA AUTOMOTRIZ

En términos automotores, la Clase E de Mercedes Benz es como la frase que menciona Nietzche en el prólogo de Así habló Zarathustra: “debes tener caos dentro de ti antes de ver nacer a tu estrella danzante”.

En otras palabras, es un fruto brillante de un abrumador cúmulo de ideas y desarrollos.

Es común decir que un vehículo como la Clase E de Mercedes-Benz toma lo mejor del estilo de su gran hermano, la sobria Clase S, y lo adapta a un paquete de menor tamaño para lograr un auto, capaz, lujoso y bien proporcionado.

Pero, la décima generación de la Clase E rompe significativamente ese paradigma, gracias a la contundente declaración tecnológica que Mercedes hizo con el nuevo automóvil.

¿QUÉ OFRECE?

Para no dar rodeos, la Clase E ofrece el concepto tecnológico integral más avanzado; y no solo hablamos del segmento, sino que podría alegarse que es el auto más sofisticado del mundo.

Todo comienza con el habitáculo, en donde se funden maderas, metales y cueros para crear la mejor sala de estar sobre ruedas del mercado.

Al lujoso recinto le acompañan: iluminación frontal por 84 leds, sistemas de previsión y mitigación de accidentes, control automatizado de velocidad y bolsas de aire suplementarias para las plazas posteriores.

También cuenta con detección de fatiga del conductor, asientos multiposiciones climatizados, sistemas de sonido con calidad de auodiófilo con algoritmos de protección auditiva para los ocupantes y actualización de sistemas a distancia, entre muchos juguetes más.

MERCEDES E: UNA VARIEDAD DE VERSIONES

Si hablamos del centro de control, el del E es un enorme cuadro informativo que se expande al centro del tablero del auto.

Evidentemente también encontramos conexión interdispositivos y activación remota de ciertas funciones que incluyen la posibilidad de, en el futuro, operar el vehículo de manera remota. Y aunque no se conduce solo aún, te acompañará y protegerá en tu viaje como ningún otro vehículo.

La variedad de versiones del Mercedes E facilita la posesión de un E, aunque queda algo bien claro: la elección correcta para quien esto escribe siempre implicará un llevar un motor de seis cilindros al frente del sedán.

Particularmente, la variante E400 representa el mejor compromiso entre desempeño, equipamiento y precio. Su motor turbo de 333 caballos de fuerza entrega una potencia más que suficiente para mover con soltura al vehículo de casi dos toneladas.

Ahora bien: arriba del E400 está el E500 (408 hp), otro biturbo rabioso que emula en buena medida el comportamiento del E63 AMG y sus 557 caballos.

Entre la tecnología adicional y las sutiles diferencias en el lujo incorporado entre el AMG, el 500 y el 400, podrán entenderse las diferencias en precio y justificarse, pero hasta cierto punto, pues no faltarán argumentos para apuntar en dirección de la variante más equilibrada (y de menor precio).
Vale la pena mencionar las versiones de cuatro cilindros, como el E250 de 211 caballos. La existencia de estas variantes de nivel de entrada es consecuencia de un mejoramiento notable en el comportamiento de las plantas de poder, donde la potencia no es tan importante como el par motor disponible.

Al momento, la Clase E es obviamente la referencia en el segmento, seguida por los A6/A7 de Audi. Las nuevas tecnologías y calidad de marcha del E levantan un importante muro de diferencias.

La décima generación de la Clase E es su propio rival, confronta a someter su abrumadora tecnología y ponerla plena y realmente al servicio de sus propietarios.