En el mundo de la relojería existen casas relojeras que nos transportan a pequeños universos e inimaginables mundos a través de piezas horológicas. Ya sea con diales manufacturados con materiales exóticos que van desde palmera fosilizada de un árbol de más de 70 millones de años, huesos de dinosaurio y rocas del espacio exterior, hasta tourbillones de gran tamaño que giran en sentidos opuestos, Louis Moinet es una de ellas.
La casa relojera independiente es altamente reconocida por su gran inventiva y pasión que ha infundado en guardatiempos desde todos los tiempos. Basta mencionar que, en 1816, trajo al mundo el primer cronógrafo de la historia, aunque su creador, Louis Moinet, lo llamó un “compteur de tierces”.
Pero su larga trayectoria no se ha quedado en el pasado. La marca sigue ofreciendo relojes con un espíritu innovador respaldado por la filosofía del arte mecánico de edición limitada, y este 2018, en Baselworld, nos ha presentado tres piezas que nos recuerdan por qué cada una revive el prestigioso nombre del inspirador maestro relojero.
1. SpaceWalker
La relación entre el ser humano y el universo siempre ha sido cercana. Desde tiempos inmemorables, el hombre ha buscado una explicación la existencia y en uno de sus más grandes intentos por entenderla, el 18 de marzo de 1965, Alexey Leonov, se convirtió en el primero en el mundo en realizar una caminata espacial.
En honor a esta hazaña y al momento histórico en el que, en medio de la Guerra Fría, el cosmonauta ruso dio un apretón de manos interestelar con su contraparte de la NASA en 1975, Louis Moinet presentó el nuevo SpaceWalker. El reloj resulta una obra de arte única en la que su dial ofrece un universo de estrellas y una nebulosa y un tourbillon a las 12 en punto que representa la nave de Alexey Leonov en su misión Voskhod 2.
Pero no solo eso. Alrededor del tourbillon gira un diamante que representa a Alexey Leonov flotando en el espacio fuera de su nave espacial; una decisión que partió del nombre clave, Almaz-2, que ocupó durante la misión, y que de su traducción del ruso significa diamante-2.
En aquella aventura, Alexey se desplazó durante 12 minutos y 9 segundos, por lo que la maison se limitó a producir dos versiones, cada una compuesta por 12 relojes grabados en oro rosa o blanco, junto con otras dos ediciones limitadas que comprenden 18 piezas no grabadas, también en oro blanco o rosa.
2. Skyliner
Siguiendo la línea del SpaceWalker, la masion independiente mostró una segunda creación que responde a su relación con los eventos espaciales importantes a nivel mundial. Bajo el nombre Skyliner, esta pieza está dedicada a la misión Apollo-Soyuz de 1975 y el vínculo que se forjó tras ser la primera misión espacial conjunta entre la Unión Soviética y los Estados Unidos de América, durante el pleno apogeo de la Guerra Fría.
Para aquellos poco asiduos a los viajes espaciales, es necesario decir que esta aventura marcó la primera vez en la que naves espaciales de dos países se encontraron fuera del planeta. Las naves fueron comandadas, por Thomas Sttaford, Vance Brand, y Deke Slayton en la estadounidense; y Alexei Leonov y Valeri Kubasov a bordo de la Soyuz.
Louis Moinet nos ofrece un dial con una coloración creada a partir de nebulosas y polvo interestelar que va desde el azul hasta el violeta. Pero, lo más sobresaliente del Skyline es la micro-cápsula que contiene no solo un fragmento de lámina de Kapton del Apolo — la tela de poliamida que protegió a Apolo a su regreso a la Tierra—, sino fibras del traje espacial ruso Sokol-K de Leonov, que fue usado por primera vez, en Soyuz 12, ¡en 1973!
Skyline está limitado a 19 relojes de oro blanco, 19 en oro rosa y 75 de acero acompañados con una correa azul o negra. Si eres una persona atenta, habrás notado que los números de edición limitada forman el año 1975, el mismo año de la misión, por lo que la masion se aseguró de que los elementos de esta nueva pieza fueran parte de un verdadero vínculo entre la hazaña y la actualidad. Todos estos relojes se entregan con una reproducción de la firma de Alexey Leonov en el dial.
3. Tempograph 20-Secondes
Tenemos que admitir que realmente estamos enamorados de Louis Moinet, sobre todo porque la casa relojera cuenta con una identidad fuerte y clara. Y un gran reloj que define esta identidad y la pureza de su esencia es el Tempograph.
Louis Moinet presento el Tempograph 20-Secondes por primera vez en 2014, por lo que no resulta un reloj nuevo, sin embargo, este 2018 incluye dos nuevas características principales que se suman a una ejecución compleja y visualmente atrevida.
En primera, el nuevo Tempograph cuenta con un borde negro que se extiende en los puentes esqueletizados y que ofrece un grabado de patrón concéntrico de Clou de Paris. Además, la pieza está completamente lacada en negro; una característica que resalta las manos tipo Dewdrop y que destaca los elementos técnicos de la pieza como el movimiento retrógrado completamente visible.
Segundo, Louis Moinet le otorgó una nueva caja, tomando de base la que resguarda el movimiento de la colección Memoris, reducida a 44 mm y modificada para adaptarse al movimiento retrogrado de Tempograph 20-Secondes.
Esta nueva generación no solo marca un punto de partida nuevo para la colección que ahora se muestra más moderna y por supuesto, imponente y poderosa, sino que se muestra como un espectáculo único en una pieza icónica que brilla dentro de una caja de oro rosado.
Conoce más sobre la marca en louismoinet.com
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