Durante los años sesenta y setenta surgieron varios de los más emblemáticos y reverenciados relojes de los últimos 50 años. Uno de ellos es el Nautilus de Patek Philippe que, en 2016, celebró 40 años de existencia.
Desde su aparición en 1976, Nautilus se ha mantenido como una indiscutida constante de Patek Philippe. Fue el protagonista de un cambio en el diseño sobrio de los Patek, llevándolo a terrenos de una elegancia más desenfadada pero placentera.
Voluminoso y hecho en acero, el primer Patek deportivo presumía de credenciales bastante serias, como su estanqueidad de 120 metros y sus aires marítimos, reflejados en la forma de la caja y la textura de la carátula.
Este 2016, Nautilus fue reinterpretado en la forma del 5711/1P, un solotiempo edición especial limitado a 700 relojes hechos en platino, y con el cronógrafo 5976/1G de oro blanco, restringido a 1,300 ejemplares.
Las formas del 5711 evocan el modelo original pero reflejan con delicadeza su evolución de cuatro décadas. El rasgo principal es su diámetro horizontal de 44 milímetros. Parecería grande, mas no lo es tanto si consideramos que el Nautilus de 1976 era un “Jumbo” original de 42 milímetros.
Por su parte, el cronógrafo 5976 va aún más allá con sus 49.25 milímetros de diámetro máximo. El terminado de la caja de platino del solotiempo tiene un aspecto frío pero que no oculta su elevado grado técnico.
Como ocurre con todos los Patek de platino, el Nautilus 40 va rematado por un diamante Top Wesselton en la posición de las 6 en punto sobre la caja. Para el cronógrafo Ref. 5976, el acabado de la caja de oro ofrece una variación en el acabado, dominado en primera instancia por el satinado vertical del bisel y el brazalete que intercala eslabones satinados y pulidos.
El TOQUE CONMEMORATIVO EN NAUTILUS
Para los dos modelos de aniversario, Patek eligió un bello y marítimo tono azul con acabado degradado que corre del interior al exterior de la superficie de oro. Es un lienzo con un contraste inmejorable para las manecillas e índices (de oro blanco y diamantes).
El particular arado horizontal de la carátula Nautilus no podía faltar, solo que ahora se le ha agregado la leyenda que reza “40” y “1976-2016” en el solotiempo y “1976-40-2016” para el cronógrafo.
El cronógrafo es privilegiado, además, por el estupendo diseño de su monocontador concéntrico a las 6 en punto que matiza el conjunto y refuerza el aire técnico del reloj.
Para dar vida a un reloj legendario, era inevitable usar un par de calibres igualmente legendarios. Así, la mecánica automática 324 S C es el corazón que da vida al Ref. 5711, mientras que el cronógrafo Ref. 5976 se beneficia por el CH 28-520 C con función flyback.
A 40 años, Nautilus se mantiene tan vigente y deseado como de costumbre. La gama actual de la colección incluye no menos de 30 referencias para dama y caballero, donde se pone de manifiesto la gran versatilidad del diseño original de Gérald Genta que hoy se mantiene tan inconfundible como lo fue.
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