Casi todos, en algún momento de nuestra existencia, nos hemos visto tentados por el deseo de tener un Omega Seamaster, y no sólo porque éste es uno de los tres relojes clásicos y más representativos de la marca, sino porque es “el reloj”, el compañero fiel de uno de los agentes secretos más grandes de toda la historia: James Bond.
Nos hemos dejado conquistar por la idea de que el Omega Seamaster es sin duda el guardatiempos perfecto para alguien elegante y al mismo tiempo atrevido, pero, ¿alguna vez te habías preguntado por qué el Seamaster?
En el mundo del cine y específicamente el métier de diseño de vestuario, Lindy Hemming es una de las más veneradas y fabulosas en el negocio. Ella ha supervisado los trajes para la Mujer Maravilla y la trilogía de Batman de Christopher Nolan. Ha ganado tanto el Premio de la Academia (en 1998 por Topsy Turvy) como el Premio del Gremio del Diseñador de Vestuario. Y es sobre todo la persona que primero puso un reloj Omega en James Bond (interpretado, en ese momento, por Pierce Brosnan).
En conversación con Wei Koh, fundador de Revolution, en la presentación del Seamaster Diver 300m “Commander’s Watch” edición limitada, develado en Londres, en la Tate Britain, Hemming, Lindy compartió diciendo:
“Yo luché para que Bond usara un Omega porque quería cambiar a un reloj que sentía que era apropiado para que un comandante naval [británico] usara. Mi padre había estado en la RAF, pero era amable con los hombres de la Armada y recuerdo mucho a un niño que nos visitaba a menudo, y él siempre llevaba este Omega, algo que me fascinó. Su diseño inusualmente deportivo parecía estar construido para el propósito”.
La cronología del recuerdo de la niñez de Hemming sugeriría que el reloj que ella vio en el amigo de su padre era el Omega Seamaster 300M, con el que la marina británica fue equipado a finales de los años 50 y 60. Y mientras que la historia del Seamaster 300M ha sido contada una y otra vez por los mejores en el negocio, aquí está el verdadero detalle: Omega atendió a los militares británicos desde 1914, o sea, simplemente, desde la Primera Guerra Mundial 1914 – 1918).
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Los mismos archivos sobre la historia de Omega registran que al ver la confianza que el Ministerio de Defensa británico había colocado en la marca, sus aliados pronto dieron a Omega la tarea de fabricar los relojes de pulsera para sus propios militares.
“Todo depende del carácter”, dice Lindy, “con Bond, tenía sentido usar un reloj útil y utilitario como un Omega (un Seamaster Diver 300M), que como él es heroico, pero también discretamente confiado. Para Golden Eye, el desafío era cómo reinventar a un hombre que es internacional y sofisticado para los años 90. El Omega Seamaster Diver 300M permanecería en la muñeca de Bond para las cuatro películas de Brosnan.
“Con Daniel Craig tienes un Bond que es más poderoso y más oscuro, y que se expresa tanto en el corte de su ropa como en los aspectos más pragmáticos y decididos del reloj que lleva”, menciona Lindy.
“Esto es bien expresado por el Seamaster Planet Océano 600M que lleva en una correa de goma. De hecho, en Casino Royale, Craig usa el más clásico Seamaster 300M asociado con su predecesor antes de cambiar al Planet Ocean”, añade.
“El Seamaster Planet Ocean permanece en su muñeca durante Quantum of Solace, esta vez en forma de pulsera, mientras que en Skyfall un modelo de Aqua Terra se une a su repertorio horario. Pero, en mi opinión, el mejor reloj Bond hecho por Omega hasta la fecha es la impresionante temática de Seamaster 300 en la correa de la NATO de James Bond usada por Craig en Specter“, finaliza.
