En la industria relojera suiza existen marcas con una gran tradición milenaria, todas especializadas en su ramo y algunas con siglos de tradición. Sin embargo, hay una marca que, aunque tiene pocos años en la industria, cuenta con una característica que ninguna otra posee: el lado rebelde de la libertad.
Hace cinco años, el corazón de Suiza vio nacer a Bomberg, una de las marcas horológicas menos convencionales en la historia de la relojería, y que, desde 2012, captura la atención de los coleccionistas más jóvenes por sus particulares y estimulantes diseños.
Fundada por Rick de la Croix, quien cuenta con más de 20 años de experiencia en el ámbito de la relojería, Bomberg proclama visiblemente la filosofía de la firma, al fusionar elementos como independencia, rebeldía y el espíritu revolucionario de Estados Unidos en la década de los 60 —que dio pie a Bolt 68, su colección más icónica—.El resultado es una marca completamente diferente a las demás, que desafía las reglas clásicas de la alta relojería con piezas provocativas, y que conectan con un estilo de vida indomable y poco conformista.
“Cuando se trata de gustos, Bomberg es una marca de sí o no, realmente no hay una escala de grises. Te gusta o no te gusta”, dijo a Revolution, André Meier, director general de Attila, grupo de distribución de Bomberg.
“Todos nuestros clientes están decididos a comprarlos. No es un reloj para todos, sino para personas a las que les gusta ser diferente. Es una marca mucho más atrevida”.
Bomberg Bolt-68 Skull Rider y Harley Davidson: una colaboración perfecta
Bomberg se ha caracterizado por lanzar colecciones fuertemente apegadas a su declaración de independencia y vinculadas a un ambiente masculino. Siguiendo la misma línea, este año, la marca retomó la herencia del Bolt 68 y la combinó con la determinación de Harley Davidson, una de las empresas de motociclismo más famosas a nivel mundial.
Presentado en Basel, y durante el debut de Bomberg en el marco del SIAR 2017, el BOLT-68 Skull Rider refleja los valores y el estilo de vida de ambas marcas, convirtiéndolo en toda una declaración en consonancia con el mundo “biker”.No sólo lo decimos por audacia de la calavera sobre el dial —un símbolo que frecuentemente se relaciona con el motociclismo—, o los variados elementos con visibilidad nocturna con los que cuenta el guardatiempo, como los números de la carátula, las agujas del reloj o los ojos de la calavera que cuentan con la particularidad de abrir y cerrarse.
Sino por la nueva característica con la que Bomberg dotó a su nuevo guardatiempo: hablamos nada más y nada menos que de un accesorio que permite sujetar el reloj al manubrio de la motocicleta; este accesorio se une a la familia de características de Bomberg que permiten convertir sus piezas en relojes de bolsillo o de mesa.El reloj puede encontrarse en tres ediciones limitadas que resguardan un movimiento automático ETA2671: el BOLT-68 Skull Rider Blackheart, creado con una combinación entre negro y un color verde vibrante que cualquiera querrá apreciar; el BOLT-68 Skull Rider Hellgold, que simula la dualidad entre el bien y el mal a través de la mezcla entre dorado y negro; y el BOLT-68 Skull Rider Eternity Blue, que utiliza el color azul como un símbolo de eternidad y calma.
Con esta pieza, Bomberg nos muestra que la inspiración va más allá de la simplicidad de comprar un reloj. Nadie necesita tener un Bomberg, pero si quieres vivir y experimentar este estilo de vida que desafía cualquier regla, entonces, podemos asegurarte que el BOLT-68 Skull Rider es para ti.
Para obtener más información sobre las piezas, visita bombergwatches.com[vc_video link="https://youtu.be/70purKsFO7k