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Comprar relojes en el mundo: Reembolsos de impuestos en los principales centros relojeros
Ante el aumento de impuestos en EE. UU., los amantes de la relojería exploran destinos como Europa, Asia y Medio Oriente, donde los beneficios fiscales y la seguridad favorecen las compras internacionales.
Celine Yap . 30, abr, 2025
Desde la entrada en vigor de nuevos aranceles sobre bienes importados a EE.UU., las marcas suizas de relojería de lujo se enfrentan ahora a un incremento del 10% en impuestos de importación. Este es solo el primer paso de las llamadas “Liberation Day Taxes” anunciadas por la Casa Blanca a inicios de abril. La segunda fase llegará dentro de poco más de dos meses, cuando finalice la moratoria de 90 días sobre tarifas recíprocas.
Una vez levantada dicha moratoria, los productos de origen suizo pasarán a ser un 31% más caros de importar. Esto deja a los minoristas y distribuidores estadounidenses con dos opciones: trasladar el aumento al cliente final o absorber el impacto. Como uno de los principales destinos mundiales para la compra de relojes, EE.UU. lidera actualmente las ventas globales del sector.

Pero con los precios al alza previstos para julio, no es de extrañar que los consumidores comiencen a mirar más allá de sus fronteras para su próxima adquisición relojera.
Comprar relojes en EE.UU
El mercado de lujo en Estados Unidos ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos cuatro años. Las ventas de relojes aumentaron más de un 30% en 2021 y continuaron creciendo año tras año, alcanzando los CHF 4,372 millones en 2024. Entre las mejores ciudades para comprar relojes de lujo destacan Los Ángeles, Las Vegas, Chicago, Miami y Nueva York.
Estas ciudades concentran la mayor cantidad de boutiques de diseñadores, grandes almacenes de lujo, boutiques exclusivas de relojería y minoristas especializados. Además, el mercado secundario es fuerte y crece de manera paralela al primario. Hasta principios de 2025, los compradores estadounidenses gozaban de una posición favorable para comprar dentro del mercado nacional.

Sin embargo, cuando entren en vigor los aranceles recíprocos en julio, los precios podrían dispararse hasta un 41% en total: un 10% en impuestos generales y un 31% adicional sobre productos suizos. Cabe destacar que estos impuestos se aplican sobre el valor de importación, no sobre el precio minorista. Aun así, el aumento neto será considerable.
Impuestos estatales y locales en EE.UU
A esto se suman los impuestos sobre ventas que se aplican a nivel estatal. De los 50 estados, 45 —además del Distrito de Columbia— imponen impuestos sobre bienes y servicios con porcentajes variables. Entre los estados con mayores tasas figuran Luisiana (10.12%), Tennessee (9.56%), Arkansas (9.46%), Washington (9.43%) y Alabama (9.43%). Los cinco estados exentos son Alaska, Delaware, Montana, New Hampshire y Ohio.
Además, muchas ciudades aplican impuestos locales. En Nueva York, por ejemplo, hay un 4,5% de impuesto local, un 4% estatal y un recargo del 0.375% del Distrito de Transporte Metropolitano, para un total de 8.875%. En California, el estado cobra un 7.25%, más un 1% local y un 1.5% especial, sumando un 9.75% en Los Ángeles. Miami aplica un 6% estatal más un 1% de recargo del condado. En Las Vegas, los compradores pagan un 8.375%, combinación de 6.85% estatal y 1.53% local. Por último, comprar un reloj en Chicago conlleva un 6.25% estatal y un 1.25% municipal. La mayoría de estos impuestos no son reembolsables, ni siquiera para turistas.

Impacto del impuesto de lujo en la venta de relojes
EE.UU. no es el primer país en imponer cargas fiscales sobre bienes de lujo. China, por ejemplo, lleva décadas gravando este tipo de productos. El gobierno de Pekín introdujo impuestos al lujo ya en los años 90 con el fin de frenar el consumo excesivo. En 2016, dichos impuestos aumentaron bajo las políticas de austeridad impulsadas por el presidente Xi Jinping desde 2013. Los relojes de lujo se vieron fuertemente afectados justo cuando China era el mercado con mayor crecimiento para productos de alta gama.
En 2023, las tasas impositivas en China variaban según la categoría del producto, alcanzando hasta un 60% en algunos casos. A ello hay que añadir el 17% de IVA y un 20% de impuesto al consumo, lo que eleva el sobrecoste total a un 97% sobre el precio de lista.

No sorprende entonces que muchos compradores chinos prefieran adquirir sus artículos de lujo en el extranjero. Las compras en viaje son parte integral de su estrategia de consumo, no solo para sí mismos, sino también para familiares y amigos. De ahí que surgiera el término daigou, que hace referencia a las compras por encargo en el extranjero.
Este fenómeno también se observa en otros destinos clave como Hong Kong, Macao y Singapur, que reciben cada año una oleada de turistas chinos. Para muchos compradores asiáticos, el turismo de lujo es el principal motivo de viaje.

Comprar relojes en la Unión Europea
Como epicentro del lujo mundial, Europa —especialmente París y Milán— ha sido durante décadas uno de los destinos favoritos para los compradores de relojes de alta gama. El mercado de bienes de lujo en Francia se estima alcanzará los 25,610 millones de dólares en 2025, con una tasa de crecimiento anual proyectada del 3.59% hasta 2029. En Italia, se espera que el mercado genere 12,720 millones de dólares y crezca un 1.79% anual durante el mismo periodo, según datos de Statista. Otras ciudades como Frankfurt, Ámsterdam y Barcelona también son destinos muy atractivos para las compras de lujo.

Hay varias razones por las que Europa ha sido tradicionalmente tan atractiva para este tipo de consumo. En primer lugar, por ser un destino turístico popular gracias a su riqueza cultural, histórica y paisajística. En segundo lugar, por ser cuna de muchas de las mejores marcas de lujo del mundo: Francia e Italia para moda y accesorios, y Suiza en el caso específico de la relojería. Y en tercer lugar, por los reembolsos de IVA, que pueden alcanzar hasta el 12% en Francia e Italia, y hasta el 5.4% en Suiza. Sin embargo, debido a la fortaleza sostenida del franco suizo, muchos compradores prefieren adquirir sus relojes dentro de la Unión Europea.

Dicho esto, la experiencia de compra de lujo en Europa ya no es la que era. El auge de la delincuencia callejera en algunas de las principales capitales europeas ha generado preocupación entre los compradores. Como respuesta, muchas boutiques de lujo han adoptado nuevas medidas de seguridad: sustituyen las tradicionales bolsas de marca por bolsas blancas discretas y refuerzan la vigilancia en tienda. Por esta razón, muchos clientes optan por no exhibir relojes, joyas o bolsos de alto valor salvo en entornos seguros o cerrados.
Comprar relojes en Tokio
Tokio se ha consolidado en los últimos años como uno de los principales mercados de relojería de lujo del mundo. La capital japonesa siempre ha sido una plaza clave para las grandes marcas del sector, respaldada por una de las economías más sólidas y con mayor PIB per cápita del planeta. En marzo de 2025, Japón fue el segundo mayor destino para las exportaciones relojeras suizas, alcanzando los CHF 160.6 millones. El país figura consistentemente entre los 10 principales mercados para este tipo de productos.

Aunque Japón recibe decenas de millones de turistas al año, su mercado de lujo no depende exclusivamente del turismo. El consumo interno ha sido históricamente uno de los motores principales. No obstante, con la depreciación sostenida del yen, muchos turistas están aprovechando las condiciones cambiarias favorables para comprar artículos de lujo en el país.

El ecosistema minorista japonés se distingue por su sofisticación, tanto en el mercado primario como en el secundario. En el barrio de Ginza se concentran boutiques monomarca de primer nivel y distribuidores multimarca con una selección impresionante —incluyendo modelos exclusivos para el mercado japonés. Además, los apasionados de la relojería disfrutan explorando tiendas de segunda mano y piezas vintage en toda la ciudad. Destacan lugares como Nakano Broadway, muy popular entre coleccionistas.

Hasta hace poco, el reembolso del IVA en Japón era automático: los turistas simplemente no pagaban el 10% en el momento de la compra. Sin embargo, a partir de noviembre de 2026, este proceso cambiará. Los compradores extranjeros deberán solicitar el reembolso en el aeropuerto, dentro de los 90 días posteriores a la compra.
Por último, Japón es uno de los países más seguros del mundo, lo que permite disfrutar con total tranquilidad de llevar un reloj de alta gama en la muñeca, incluso de noche por las calles de Tokio.
Comprar relojes en Dubái
Dubái se ha ganado a pulso su título como capital relojera de Oriente Medio. Esta ciudad global es sinónimo de lujo y sofisticación. A lo largo de los años, ha construido cuidadosamente su identidad como destino de compras de alto nivel, con hoteles espectaculares, centros comerciales gigantescos (algunos con su propio servicio de taxis) y una experiencia de compra inigualable.

Al igual que Tokio o Singapur, Dubái ofrece una impresionante diversidad de marcas relojeras suizas, desde las más prestigiosas hasta las independientes más exclusivas. El principal actor en este sector es Ahmed Seddiqi & Sons, cuyo papel ha sido fundamental en la promoción de la cultura relojera en Emiratos Árabes Unidos. Gracias a iniciativas como Dubai Watch Week, esta empresa familiar ha proyectado a Dubái en el mapa internacional de la relojería contemporánea.
Uno de los mayores atractivos de comprar relojes en Dubái es su régimen fiscal favorable. Con un IVA mínimo y precios competitivos, es uno de los pocos lugares donde una pieza soñada podría costar menos que en Europa o América. A esto se suma un servicio de primer nivel, personal experto y, en muchos casos, ajustes y redimensionamiento del reloj en el mismo día.

Y como la opulencia está plenamente normalizada y el nivel de seguridad es muy alto, Dubái es uno de los lugares donde más se puede disfrutar abiertamente de los relojes de lujo, sin temor ni reparos. Ya sea un Audemars Piguet con diamantes o un Richard Mille de colores vibrantes, nadie se inmutará.
Comprar relojes en Hong Kong
En muchos aspectos, Hong Kong comparte similitudes con destinos como Singapur y Dubái: una ciudad compacta pero con una enorme concentración de lujo y relojería de alta gama. Aunque es diminuta en comparación con potencias como Francia o Alemania, Hong Kong supera con creces a estas economías en términos de importaciones de relojes suizos.
Si bien una gran parte de los consumidores de lujo en Hong Kong proviene de la China continental, los propios hongkoneses también tienen una fuerte inclinación por la relojería de alto nivel. Uno de los mayores atractivos para comprar en Hong Kong es que es una ciudad libre de impuestos: no hay IVA ni impuesto sobre las ventas, lo que puede representar un ahorro significativo respecto a otros mercados como Europa o Norteamérica.

La ciudad es un verdadero paraíso tanto para relojes nuevos como de segunda mano. En barrios como Central, Tsim Sha Tsui y Causeway Bay se encuentran desde los últimos lanzamientos hasta piezas vintage raras. Con tantos distribuidores autorizados y revendedores del mercado gris, la competencia en precios es alta —especialmente para quienes saben negociar o mantienen relaciones estrechas con los comerciantes.

En resumen, Hong Kong reúne todos los elementos deseables para el comprador de relojes: una sólida cultura relojera, un entorno minorista vibrante, una política fiscal ventajosa y bajos índices de criminalidad. Si las condiciones del mercado estadounidense dejan de ser viables para adquirir relojes de lujo, el turismo de compras podría convertirse en la mejor alternativa.
Comprar relojes en Singapur
Singapur es, sin duda, uno de los grandes centros relojeros del mundo. Aunque pequeño en tamaño, su apetito por los relojes de lujo lo sitúa de forma constante entre los seis principales destinos para las exportaciones suizas. Solo en marzo de 2025, el país registró ventas por CHF 137,1 millones en relojería. Además, alberga algunos de los mejores minoristas del sector, como The Hour Glass, Cortina Watch y Sincere Fine Watches, todos con presencia extendida por la región Asia-Pacífico, incluyendo ciudades como Hong Kong, Tokio y Melbourne.

Su escena minorista de lujo atrae a compradores de toda Asia y Medio Oriente. Es común que coleccionistas de Indonesia, Malasia, Tailandia y Vietnam compren sus relojes en Singapur. ¿La razón? Una disponibilidad de producto excepcional, tanto en variedad de marcas como en modelos específicos. Muchas firmas eligen esta ciudad-estado para abrir sus boutiques insignia en el Sudeste Asiático, sobre todo en ubicaciones estratégicas como Marina Bay Sands o Ion Orchard.
Otro factor importante es la seguridad. Singapur goza de una de las tasas de criminalidad más bajas del mundo, lo que permite a los consumidores de lujo llevar relojes o joyas de alto valor por la calle sin necesidad de pasar desapercibidos.

Durante un tiempo, el mercado fue impulsado principalmente por turistas chinos, mientras que los singapurenses preferían comprar en Europa. Sin embargo, desde la recuperación postpandemia, el consumo interno ha ido en ascenso.
Actualmente, el gobierno de Singapur aplica un impuesto sobre bienes y servicios (GST) del 9%. Los turistas pueden solicitar el reembolso de este impuesto dentro de los dos meses posteriores a la compra, lo que añade atractivo a una experiencia de compra ya de por sí impecable.