En 2015, Omega introdujo al mundo el término Master Chronometer cuando presentó Globemaster, su primer reloj certificado con el sello: Contrôle Officiel Suisse des Chronomètres (COSC).
Esta certificación ha sido durante mucho tiempo la norma de la industria a la que se adscriben los fabricantes de relojes para garantizar fiabilidad.
[vc_media_grid element_width="12" gap="0" grid_id="vc_gid:1529633910109-4849c5a2-45cd-3" include="395,397Este año, en Basilea, Omega anunció que para 2020 todos sus relojes deberán llevar esta nueva certificación. Y como primer paso, en 2016 introdujo seis nuevos calibres que portan esta nueva validación. Sin embargo, ¿qué significa para el cliente de Omega?
Para responder esta preguntaRevolution visitó dos de las instalaciones de producción de Omega para presenciar lo que la certificación se propone verdaderamente demostrar.
Villeret
Empezamos con las instalaciones de la marca Villeret, cuya operación está a cargo de ETA, propiedad de Swatch Group.
Aquí, la piedra angular es un enorme salón de limpieza ISO2 en donde se ensamblan todos los movimientos de la marca, mediante una discreta cinta transportadora.
Una vez que el movimiento se encuentra en el final de la línea, es el momento para que éste salga a las instalaciones foráneas de COSC, donde se llevan a cabo las pruebas necesarias del movimiento en desnudo.
[vc_media_grid element_width="12" gap="0" grid_id="vc_gid:1529633910118-41871d7a-cfc3-10" include="399[vc_column_text css_animation="fadeInYa en su caja y vendido en un punto de venta minorista, se espera entonces que mantenga todas sus promesas desde el interior de su armazón.
Surge, entonces, la necesidad de un paso adicional de validación que garantizará la fiabilidad del movimiento en su estado final. La respuesta a esto se encuentra en su sede en Biel.
La certificación COSC es el sello de aprobación de la organización del movimiento en sí, no de todo el producto final.
Biel
Dentro del edificio, detrás de una puerta marcada con el nombre Swiss Federal Institute for Metrology (METAS), se encuentra un centro de certificación como en ninguna otra fábrica de relojes.
Simplemente porque ninguna otra marca se ha aventurado a que una autoridad de validación de terceros venga a establecer una oficina dentro de su propia manufactura.
METAS depende directamente del gobierno suizo y en 2014 suscribieron un acuerdo con Omega y crearon un riguroso proceso de validación para relojes que dan cuenta de la cronometría, la resistencia al agua, el antimagnetismo, etc.
Hoy METAS tiene su propio personal que se sienta dentro de la instalación para llevar a cabo sus auditorias de control de calidad.
¿Por qué pasar por todo esto?
Cuando se tiene en cuenta una marca del calibre y prestigio de Omega, llega un momento en el que debe hacerse un cambio en la forma en que se están haciendo las cosas.
La suma total de una medida de tal magnitud refleja que sus relojes están validados de conformidad con las exigencias de hoy en día. Omega es una propuesta de valor en la vanguardia.