Envejeciendo a la perfección: la tendencia de la pátina en los relojes

En los últimos cinco años, la búsqueda de pátina honesta en los relojes vintage se ha extendido por todo el mundo, y ha estado asociada al aumento en el número de coleccionistas de relojes antiguos. Aquí algunos casos.

Texto original de Eric Wind

Uno de los rasgos más interesantes en el coleccionismo de relojes antiguos, ha sido el deseo de alejarse de los relojes que han sido restaurados y pulidos para que se vean “como nuevos” en favor de relojes que se encuentran en su estado original, con una pátina honesta que muestra las mellas, rasguños y desvanecimientos que pueden haberse desarrollado a lo largo de décadas de uso.

Al igual que con muchas tendencias, es difícil rastrear el origen exacto de este deseo, pero probablemente Japón sea uno de los lugares en los que se originó, país que tiene la filosofía “wabi-sabi”, que valora las imperfecciones que los objetos desarrollan a lo largo del tiempo. En Japón, esto ha impactado en el coleccionismo de relojes durante muchos años, especialmente en lo que respecta a los relojes deportivos antiguos Rolex. A los coleccionistas japoneses les gusta ver los estuches originales con la belleza de los rasguños y la decoloración sufrida por las piezas originales –como las inserciones de bisel en Submariners y GMT-Masters después de años de desgaste– y no los relojes antiguos que se hicieron para verse como nuevos. Ha sido particularmente codiciado un dial negro que se volvió marrón o “tropical” debido a la decoloración sufrida con el tiempo.

Esta tendencia de búsqueda de pátina honesta se ha extendido por todo el mundo, particularmente en los últimos cinco años, y ha estado asociada con un crecimiento masivo en el número de coleccionistas de relojes antiguos. Muchas personas se sienten atraídas por los relojes antiguos por la belleza de tener algo que parece viejo. Como me dijo una vez un joven coleccionista de relojes vintage: “Si quisiera algo que pareciera nuevo, solo iría a la boutique y lo compraría, pero quería algo diferente; un reloj que se ha vuelto único por su proceso de envejecimiento. La forma en que pueden lucir el radio y el tritio de época en los diales y en las manecillas, que van desde un naranja cálido hasta un amarillo brillante, es mucho más fresca que el aspecto blanco brillante y estéril del LumiNova y Super-LumiNova que se encuentra hoy en los relojes nuevos “.

Rolex GMT-Master (Imagen: Christie's)

Parte del problema de coleccionar relojes antiguos con pátina honesta es que es extremadamente difícil encontrarlos. Los nombres conocidos –como Rolex Submariner y Omega Speedmaster–  son especialmente raros de encontrar en su estado original, debido a sus famosas afiliaciones a lo largo de los años. En aquellos años era muy probable que quienes poseían uno lo usaran y lo repararan, con lo cual ciertas partes (como las inserciones de bisel y las coronas) solían ser reemplazadas con frecuencia; además, el material luminoso de la esfera y las manecillas se renovaba también para tener una mejor visibilidad nocturna, todo ello con el objetivo de hacer del reloj una herramienta más efectiva pero sin tener en cuenta el valor futuro para los coleccionistas. Además, los estuches se pulían para eliminar los rasguños y hacerlos ver como nuevos, lo que hacía que las agarraderas se adelgazaran un poco en el proceso.

Para aquellos que no son coleccionistas, el hecho que no deberían restaurar los relojes que heredaron de sus padres y abuelos para hacerlos ver como nuevos no es intuitivo. De hecho, en presentaciones sobre relojes vintage, la idea de que los coleccionistas valoran la originalidad por encima de la restauración es una de las cosas que a la gente le resulta más sorprendente sobre el coleccionismo de relojes antiguos.

Un Rolex Submariner vintage (Imagen: Christie's)

Sin embargo, incluso para un no-coleccionista, hay algo muy atractivo en ver algo que ha envejecido de manera única. Un gran ejemplo de eso es un Rolex ref. 8171 en acero que se vendió en Christie en Nueva York en junio de 2017. La historia va así: un piloto compró el reloj a principios de la década de 1950 y aparentemente lo usó por unos años, hasta que dejó de funcionar. La referencia 8171 es uno de los relojes más complicados jamás fabricados por Rolex y tiene tanto un indicador de fase lunar como una pantalla de calendario completa. Tal vez fue debido a la complejidad del movimiento y al costo asociado a su servicio, que el caballero lo guardó así, y de esta manera pasó a la familia, sin usar, durante décadas.

Notablemente, este Rolex conservó lo que parecía ser su correa original de cuero gris original y también la hebilla original de Rolex. Además, la gran caja de acero que le otorgó al modelo el apodo de “Padellone” (sartén grande en italiano) se mantuvo sin pulir, con su llamativa caja y sus bordes originales.

El dial había desarrollado una pátina inusual y sorprendente, tal vez por el calor y la humedad que se había acumulado en el estuche (no resistente al agua) durante décadas. Encontrar esta referencia en esta condición original era espectacular, similar a encontrar un increíble automóvil antiguo que había sobrevivido décadas con su tapicería y todas las piezas originales. En pocas palabras: la gente no podía quitar la vista de este reloj durante el preview de la subasta. El día en que ésta se realizó hubo una feroz batalla por el reloj, que al final se vendió por $ 161,000 usd.

El Rolex ref. 8171, llamado "Padellone", vendido por $161,000 usd en la subasta de Christie's New York en Junio (Imagen: Christie's)

En la subasta Important Watches en Dubai (realizada 19 de octubre de 2016), fue vendido un reloj de buceo Polaris de 1968 con alarma Jaeger-LeCoultre (firmado “LeCoultre” en the dial para el mercado americano), que es uno de los relojes vintage más deseables de esta marca. El reloj estaba en excelentes condiciones y su dial exterior se había vuelto marrón “tropical” con el tiempo, lo que proporcionaba un contraste sorprendentemente hermoso con el bisel interno gris-negro y el disco de alarma central marrón oscuro-negro. El reloj era un sueño para un coleccionista, y  se vendió por $ 21,250 usd a pesar de que el estimado estaba entre de $ 12,000 y $ 18,000 usd.

El Jaeger-LeCoultre Polaris de 1968, vendido por $21,250 usd en la subasta de relojes de Christie's en Dubai, el 19 de octubre de 2016 (Imagen: Christie's)

En la subasta de Nueva York del 6 de diciembre de 2016 hubo muchos ‘relojes honestos’ que entusiasmaron a los clientes. Un reloj notable fue un Patek Philippe ref. 565 en acero, con pulsera original que fue vendida originalmente por Freccero y que conservó su estuche original resistente al agua sin pulir y en un estado notable, con un dial que también había sufrido un proceso de envejecimiento único. La gran mayoría de estos relojes ref. 565 de 1940 han sido pulidos en algún momento durante sus más de 70 años de vida y con ello han perdido la sólida definición que tiene la forma del estuche. Por ello, esta pieza alcanzó un precio impresionante de  $ 77,500 usd.

El Patek Philippe de acero vendido originalmente en Freccero (Imagen: Christie's)

Además, en la misma subasta estuvo un Omega “Ed White” Speedmaster ref. 105.003, con un dial que se había vuelto marrón tropical, con lo cual hacía juego con el bisel original que también se había desvanecido de una manera única. El reloj tenía un estuche sin pulir, lo cual es una rareza extrema en el mundo de los antiguos Speedmasters de los años cincuenta y sesenta. Se vendió por $ 30,000 usd.

Un raro Omega "Ed White" Speedmaster con dial marrón tropical envejecido y el estuche en condición original (Imagen: Christie's)

Si bien la jerarquía del coleccionismo de relojes vintage colocaría un verdadero reloj antiguo que nunca se ha usado como el ideal platónico de lo que se busca en una colección, el segundo lugar está ahora fuertemente asentado en la idea de mantener ese mismo reloj pero en estado original con pátina honesta y desgaste, en lugar de un reloj que se ha restaurado para que se vea como nuevo. En algunos casos, un reloj con un hermoso dial marrón “tropical” puede valer mucho más de lo que valdría el reloj en “condición de nuevo”. Este deseo de una pátina honesta parece ser tan fuerte entre los coleccionistas de hoy, que creo que continuará marcando al mercado de relojes vintage durante los próximos años y décadas.