Los “otros” relojeros notables de Glashütte

A pesar de que muy a menudo está dominada por los nombres de los grandes grupos de lujo, la relojería en Sajonia tiene mucho más que ofrecer que las marcas de siempre. Estas son 5 de ellas: Moritz Grossmann, Lang & Heyne, NOMOS, Tutima y Wempe

Texto original de Ken Kessler

Puede parecer extraño atribuir a un solo hombre el hecho de haber convertido al adormecido pueblo alemán de Glashütte en un equivalente teutón de Neuchâtel. Sería más sencillo atribuir esto a una serie de eventos, una “tormenta perfecta”, por así decirlo, pero el fallecido Günter Blümlein merece reconocimiento por encima de todos los demás, por revivir la relojería alemana y elevarla a un nivel similar al suizo. Al menos por su calidad, si bien aún no por su cantidad.

Fue Blümlein quien, con Walter Lange, planeó el renacimiento de A. Lange & Söhne a mediados de los años noventa. Fue un evento que seguramente sirvió como catalizador para dar nueva vida a una región que había sufrido durante medio siglo bajo el asfixiante gobierno comunista. Al alertar instantáneamente a la entonces creciente comunidad de relojes sobre las riquezas horológicas olvidadas de la zona, el fenomenal y rápido éxito de Lange fue seguido por el regreso de Glashütte Original.

Catedral de Dresden

En sus inicios, muchas marcas, nuevas y resucitadas, llegaron para recrear la imagen anterior de Neuchâtel. La industria relojera alemana, que incluye marcas que no comparten la geografía de Glashütte, abarca alrededor de 40 compañías que se dividen entre diferentes grados de “fabricación”. Las de Glashütte tienen un éxito mucho mayor que ése: las cinco que visité, aproximadamente la mitad de los fabricantes de la aldea, posee un codiciado estado de fabricación en un grado u otro, o es responsable de cronómetros certificados.

Además, abarcan diferentes tipos de relojería: desde un fabricante de relojes asequibles con movimientos internos hasta alta relojería, “back-from-the-dead”, la marca propia de una tienda, una con estatus de “autor” y hasta un hijo pródigo. Todos esos elementos se pueden encontrar entre las pocas empresas seleccionadas por los organizadores de Dubai Watch Week para una visita de prensa.

El de gama alta: Moritz Grossmann

Christine Hutter, quien trabajó con Günter Blümlein, aprendió bien del maestro. Además de apreciar el patrimonio de Glashütte, eligió honrar a uno de los cuatro padres fundadores de la región, quienes, junto con Adolph Lange, Julius Assmann y Adolf Schneider, establecieron su reputación de excelencia en la relojería.

El verdadero nivel de fabricación de Moritz Grossmann se demuestra en su fabricación de todas las partes, incluso las manecillas.

Hay algo que la compañía denomina “distintivos típicos de Grossmann”, y que refiere a un elementos de doble y triple seguridad, como por ejemplo, tres tornillos para sujetar en cada chatón de oro levantado, puentes de plata alemanes grabados a mano, un tornillo de ajuste micrométrico, construcción de pilares para el soporte de los puentes y manecillas hechas en casa.

El Benu tourbillon de Moritz Grossmann

Hay un elemento que se suma a la pura sofisticación y competencia de cada pieza, y que es sumamente valorado por los aficionados. Moritz Grossmann solo produce un par de cientos de relojes cada año, limitado por las horas de trabajo que se requieren para realizar cada uno.

El exclusivo: Lang & Heyne.


Técnicamente, esta asombrosa fabricación no es una marca de Glashütte: está ubicada en Dresde. Pero seamos flexibles, pues esta marca ciertamente se adhiere a las costumbres de la relojería sajona.

El relojero y fundador de quinta generación, Marco Lang, es parte de la cultura que nos ha brindado el Kari Voutilainen y los Greubel y Forsey. Lang es purista y perfeccionista, pero su devoción a la región lo abarca todo. Incluso nombró a cada uno de sus relojes como un rey sajón.

Al igual que los relojes Moritz Grossmann, los relojes Lang & Heyne se identifican instantáneamente como alemanes. Son relojes que a pesar de adherirse a la tradición, logran también ser aventureros. Si uno tuviera que elegir un solo modelo para representar a este notable autor, podría ser el Anton Flying Tourbillon rectangular. Es un reloj atípico en esta familia ya que no es redondo y no presenta placa de tres cuartos. En su lugar, tiene un puente para el tourbillon en forma de moños de corbata, y una enorme placa de base rectangular.

Anton Tourbillon de Lang & Heyne

NOMOS, una compañía más fresca


NOMOS está entre las marcas alemanas más conocidas y entre las más relevantes en el mundo por la naturaleza asequible de sus productos, y ha logrado mucho en tan sólo 28 años. Los aficionados a la historia notarán que la compañía surgió a los pocos meses de la caída del Muro de Berlín, convirtiéndose así en una de las primeras manifestaciones de la libertad ofrecida tras el fin del gobierno comunista en Alemania Oriental.

Ésta es una empresa moderna en todos los sentidos de la palabra, el único aspecto histórico en ella es que eligieron el centro de la relojería tradicional alemana como su base, y una antigua estación de tren para albergar el departamento de precisión de maquinaria. En cambio, su ética se basa en el estilo puro del precursor de Bauhaus: el Deutscher Werkbund.

El Orion Neomatik 41 en oro y olivo de Nomos

Una mirada a su catálogo, al minimalismo ejercido en todas sus creaciones, desde la Tetra de caja cuadrada hasta la inteligente Neomatik, o hasta el deliciosamente asequible Campus, muestra cómo Nomos se ha mantenido fiel a producir algunos de los relojes con el estilo más limpio del mercado. Con alrededor de 260 empleados en Glashütte, así como empleados en Londres, Nueva York y Berlín que se acercan a 300, Nomos no es una marca especializada: vende relojes por miles, todos con movimientos internos.

Club 38 Campus Night de Nomos

El que vuelve: Tutima


A diferencia de sus vecinos, Tutima ha estado en producción continua desde 1927, pero se mudaron de Glashütte a Alemania Occidental después de la Segunda Guerra Mundial. Al tener que abandonar el lugar de su nacimiento, Tutima se salvó de la degradación infligida a sus compañeros relojeros al pasar los años oscuros lejos de los comunistas. Sin embargo, una sensación de nostalgia significó su regreso a Glashütte en 2011.

La famosa “T” de Tutima, inserta en sus rotores

Aquí las sorpresas fueron numerosas, ya que mi conocimiento de la marca estaba restringido a sus cronógrafos, principalmente aquellos hechos para la Luftwaffe en la Segunda Guerra Mundial. Por supuesto, tenía que haber más en la marca que reediciones de cronógrafos militares, y pronto descubrí un catálogo que incluía relojes de vestir, relojes de buceo y cronógrafos de una más moderna tecnología para uso de diversos servicios profesionales.

Sin embargo, lo que llevaría a Tutima a ser un relojero más a ser parte de la comunidad de alta relojería es aquello que describen como: “El primer repetidor de minuto desarrollado y producido por completo en suelo alemán”. El Tutima Hommage Minute Repeater es una rareza: sólo se producirían dos en oro rosa y cinco en platino.

Hommage Minute Repeater de Tutima
Patria de Tutima

El prodigioso: Wempe.


Con 140 años de experiencia desde su fundación en 1878, el mayor minorista de joyería y relojería de Alemania comenzó a fabricar relojes en 1905. Es una de esas marcas que perfeccionó sus habilidades con cronómetros marinos genuinos y este componente histórico informa sus actividades actuales.

Nuevamente, la visita fue reveladora, entre otras cosas porque, como Nomos, parece que Wempe no cumplió con la norma relojera de cobrar de más.

Grabados Wempe hechos en casa

Wempe ha estado produciendo dos gamas de relojes en Glashütte desde 2006. Los Zeitmeisters utilizan movimientos de proveedores externos, que son modificados por Wempe y están regulados para superar las pruebas de cronómetro de la norma DIN. Los relojes Chronometerwerke presentan movimientos de fabricación en casa, también sujetos a pruebas de cronómetro, y es aquí donde Wempe demuestra su talento.

El movimiento en el Chronometerwerke Automático de Wempe, con rotor offset.

Wempe lleva a cabo sus propias pruebas en el moderno y renovado edificio del Observatorio Glashütte. Sus aproximadamente 30 empleados producen 31 modelos diferentes en la línea Chronometerwerke y la Zeitmeister cuenta con 145 modelos diferentes.

Reloj automático de aviador Zeitmeister