Mercedes Benz E400 Coupé 2018: un auto estrictamente personal

Para una firma de enorme prestigio como Mercedes Benz, la gama intermedia conocida como Clase E, ahora ya en su décima generación, es uno de sus más importantes pilares. Es en ella en la que reside toda la lógica y los desarrollos más sólidos de la marca; hablando en particular del Mercedes Benz 

E400 Coupé, encontramos que la lógica ya no parece ser la fuerza principal que guía el diseño.

A diferencia de su hermano el sedán de cuatro puertas, el Coupé muestra una caída de gran suavidad de la línea de toldo hacia el extremo posterior que enfatiza su carácter personal; por eso se considera al gran coupé como una declaración de libertad de las obligaciones familiares y de la necesidad de tener un acceso fácil al asiento trasero a cambio de formas atractivas que atrapan la mirada. Además le hace trampa al viento con una aerodinámica envidiable, cuantificada por un coeficiente de penetración de tan sólo 0.25. A la vista sólo se percibe como un suave flujo de líneas.

El nuevo Mercedes Benz E400 tiene desde lo básico en sistemas de seguridad hasta desarrollos sorprendentes como el sistema Pre-Safe que analiza la información de los diversos sensores que monitorean el funcionamiento, la actividad y comportamiento del auto para detectar cuando una colisión es inminente.

De esta manera, acerca las pastillas de freno a los discos para reducir el tiempo de reacción cuando el conductor pise el freno, pre-tensiona los cinturones de seguridad para eliminar holguras y asiste al frenado cuando éste se produzca, entre otras muchas reacciones instantáneas del auto para mitigar daños.

El interior del Mercedes Benz E400 coupé está repleto de funciones; comenzando con un tablero digital con dos pantallas unidas bajo un panel transparente que crea un único y ancho despliegue que presenta instrumentos virtuales de acuerdo a los ajustes del auto, ya sea “Classic”, “Sport” o “Progressive”, mostrando al conductor la información más relevante en cada uno. Botones de control por toque en el volante permiten acceder a funciones usando sólo gestos con los dedos, sin necesidad de separar las manos del volante; igualmente, un panel de toque en la consola permite escribir comandos en forma de letras individuales con el dedo para controlar funciones más elevadas como dar entrada de datos al sistema de navegación; y por si fuera poco, el sistema LINGUATRONIC de reconocimiento de voz puede hacerse cargo de las funciones más complejas. También te puede interesar: Dodge Challenger SRT Demon, verdadero enfoque extremo

El poder detrás de la silueta del Mercedes Benz E400

Tanta tecnología tiene un costo. Un auto así de sólido, equipado y lujoso difícilmente podrá ser liviano; si bien el Mercedes Benz E400 2018 no es un peso completo, tampoco es una prima ballerina, de modo que se requiere una cantidad seria de poder para darle la agilidad que promete su chasís. Tras la parrilla de diseño que Mercedes-Benz denomina “diamond” reside un V6 de tres litros de cilindrada alimentado a presión por un turbo a cada lado del motor en un arreglo simétrico que produce la igualmente bonita cifra de 333 caballos de fuerza, poder que es repartido según se requiera a las cuatro ruedas gracias al sistema integral 4Matic acoplado a una avanzada transmisión automática de nueve (sí, nueve) velocidades, capaz de cambios instantáneos e imperceptibles; en lo que se podría traducir como un flujo continuo de fuerza.

No es explosivo como un superdeportivo, sino siempre con una reserva de poder para moverse con poco esfuerzo y un amortiguado ronroneo pero, sin duda, satisfactorio. Ese sonido fácilmente puede ser superado por la perfección de un equipo de audio high-end Burmester 3D. Esbelto, elegante e híper-tecnológico, el Mercedes-Benz E400 Coupé 2018 promete llevar el lujo personal del clásico coupé de grandes dimensiones a un nivel en el que la experiencia al volante lo será todo.