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Montblanc: la aventura más extrema
Israel Ortega . 30, nov, 2023
La colección Montblanc 1858 Geosphere siempre se ha inspirado en la naturaleza y su imponente belleza. Especialmente, ha encontrado parte de su veta creativa en esos territorios inhóspitos y desconocidos que aún hoy avivan la imaginación de los exploradores más intrépidos.
Celebrando ese espíritu indomable y la «necesidad» de ir donde nadie más ha ido para explorar y conquistar nuevos confines, Montblanc presenta una nueva edición de su 1858 Geosphere, en la forma del 1858 Geosphere 0 Oxygen South Pole Exploration de edición limitada.
Antes de presentarle el fascinante reloj de tonos helados antárticos, es una buena oportunidad para recordar la historia del 1858 Geosphere y reconocer por qué es uno de los relojes más icónicos de este siglo y que aún es un tesoro apreciado por los que prefieren la relojería original y de alto valor.
Nace el explorador
En enero de 2018, en el marco del Salón Internacional de Alta Relojería de Ginebra (SIHH, por sus siglas en francés, y precursor de Watches & Wonders), Montblanc debutó uno de los relojes más representativos de los últimos años, no sólo para la casa de raíces germanas y horología helvética, sino dentro del mundo de la relojería: el 1858 Geosphere.
En aquel episodio de 2018, Montblanc volvió a romper los cánones de la relojería complicada, con un diseño brillante y práctico y a un precio sumamente atractivo para los coleccionistas. De hecho, puede recordarse de inmediato el Star Legacy Orbis Terrarum, antecesor del Geosphere presentado en 2014, un reloj de hora mundial con esfera geográfica que también tenía una relación calidad-precio absolutamente atractiva.
Para 2018, Montblanc lo volvió a hacer, reiterando el concepto de un reloj de hora mundial pero ahora con un doble indicador hemisférico y un estilo que combinó su afán deportivo con un aura más tradicional, o vintage si prefiere. Con esta promesa debutó el 1858 Geophere, arrebatando aplausos y miradas amorosas.
El principal atractivo del 1858 Geosphere es su visualización única e instantánea de todos los husos horarios del mundo —y no sólo del hemisferio norte, como vemos con demasiada frecuencia, sino de ambas mitades de nuestro planeta—. Para lograrlo, el Geosphere cuenta con dos globos hemisféricos que dan una vuelta completa en 24 horas. El hemisferio norte, ubicado a las 12, rota en el sentido contrario a las manecillas del reloj, mientras que el hemisferio sur, a las 6, gira en el sentido horario. Ambos están rodeados por una escala con los 24 husos horarios, junto con una indicación día/noche en colores contrastados. El meridiano de referencia de longitud para ambos hemisferios está resaltado con una línea blanca recubierta de pintura luminosa.
Además de esta complicación de hora mundial de doble hemisferio, el Montblanc 1858 Geosphere ofrece una indicación del segundo huso horario situada a las 9, así como una fecha (vinculada a la hora local) indicada en una abertura a las 3. Se trata de reloj muy atractivo y funcional. Un pequeño detalle que encontramos en el primer Geosphere son las siete cumbres del mundo —los puntos más altos de cada continente, más el Mont Blanc— que están marcadas en los globos terráqueos con puntos rojos, realzando el espíritu de exploración de la montaña, tema central de la colección 1858.
En términos de diseño, el Montblanc 1858 Geosphere integra todos los códigos que ya hemos visto en los anteriores relojes de la colección 1858, lo que significa una fuerte inspiración Minerva. Basado en los relojes militares de los años 30, incluye grandes números arábigos e índices luminiscentes y resaltados, con el logotipo histórico de Montblanc de los años 30, manecillas de estilo «catedral», así como una vía minutera impresa en el reborde de la carátula. Sin embargo, aunque la inspiración vintage es evidente, el diseño general sigue siendo moderno y deportivo debido a los elementos brillantes pero legibles, gracias al buen contraste en la esfera y bisel. El 1858 Geosphere es una interesante mezcla de soluciones técnicas y diseño antiguo.
La caja del Montblanc 1858 Geosphere mide 42 mm de diámetro y hace lucir bien los detalles, como la corona firmada y el bisel, ambos con un profuso estriado que facilita su manipulación. En cuanto al calibre MB 29.25, se trata de un movimiento automático base que se acompaña de un módulo world time interno creado por la firma. La mecánica está certificada por el Laboratory Test 500 de la casa que asegura su fiabilidad y ofrece una reserva de marcha de 42 horas.
Desde su lanzamiento, Montblanc ha perfeccionado y enriquecido la estética del reloj, ofreciendo diversas configuraciones de color con correas de piel o brazalete. Pero de manera más relevante, definió al 1858 Geosphere como un abanderado de la aventura a la que alude la complicación de hora mundial, en tanto reafirmó sus credenciales como manufactura relojera de la mano de la historia y prestigio de Minerva, la firma fundada en Villeret en 1858 que fue adquirida por Montblanc en 2004.
Curiosamente, el nombre «Geosphere» no debutó con el reloj de 2018, como tampoco lo hizo la complicación de globos hemisféricos. Ya se había visto anteriormente en el Villeret Tourbillon Cylindrique Geospheres NightSky, un reloj soberbio y totalmente acabado a mano, con una disponibilidad y precio para pocos. Con el mismo concepto, por supuesto de una manera mucho más simple y racionalizada, llegó el Montblanc 1858 Geosphere, un reloj que sirvió para confirmar la seriedad de la relojería de la firma —con su complicación creada en Villeret— y para rendir homenaje al 160º aniversario de Minerva.
Las virtudes que —en nuestra opinión— han hecho del 1858 Geosphere un clásico moderno siguen vivas y presentes en la nueva ejecución que honra la exploración contemporánea y a uno de sus más legendarias estrellas: Reinhold Messner.
1858 Geosphere 0 Oxygen South Pole Exploration
El nuevo reloj destaca por su atractiva y «fría» combinación de colores y texturas. El aventurero diseño comienza en la esfera y su tonalidad azul hielo. El color azul cobra protagonismo en este reloj de hora mundial de edición limitada. El bisel bidireccional de aluminio anodizado de color azul glaciar con un punto cardinal luminiscente se combina con una carátula de color a juego con el motivo especial de Montblanc que alude la apariencia de los glaciares, como si se observaran directamente las profundidades del hielo.
El hielo glaciar es distinto del hielo blanco normal en cuanto a edad, densidad y peso, ya que ha eliminado todas las burbujas de aire de su interior, por lo que puede absorber casi cualquier color del espectro. El color azul se refracta gracias a esta ausencia de oxígeno. Esta gélida tonalidad se ha plasmado en la carátula del reloj Montblanc 1858 Geosphere 0 Oxygen South Pole Exploration Edición Limitada.
La técnica de hechura particular de la carátula es ya un sello único de Montblanc. Su luminosidad y sensación de profundidad son el resultado de un minucioso trabajo. En primer lugar, los creadores realizan un estampado con efecto de volumen para formar el relieve y, a continuación, utilizan una técnica especial llamada gratté boisé (rasguño de madera, en francés). Cada capa se estampa, laca y pule, y se deja secar durante una noche antes de aplicar la siguiente capa. Este largo proceso requiere cuatro veces más tiempo que el utilizado en una carátula estándar y consta de más de 30 pasos. Ya hemos visto el resultado de este proceso en las esferas del estupendo diver de Montblanc, el Iced Sea, que emplea la misma técnica para representar los glaciares del Mont Blanc.
No solo el hielo glaciar antártico está desprovisto de aire. El 1858 Geosphere 0 Oxygen South Pole Exploration Edición Limitada 1990 se integra en la serie de relojes «oxígeno cero» de Montblanc, que ofrecen varias ventajas.
Los exploradores como Reinhold Messner necesitan que sus equipos funcionen a la perfección en entornos hostiles. La ausencia de oxígeno dentro de la caja no sólo evita el empañamiento, que puede producirse por los drásticos cambios de temperatura, sino que también previene la oxidación y deterioro prematuro de las piezas ferrosas. Sin oxígeno, todos los componentes son mucho más perdurables y fomentan una marcación del tiempo más confiable y duradera del calibre automático MB 29.25.
Para rendir tributo a la peligrosa belleza del Polo Sur, Montblanc ha añadido en el reverso de la caja —construida en titanio— un grabado tridimensional de la aurora austral sobre la bahía Paraíso de la Antártida, famosa por los pingüinos Emperador y los puntos de avistamiento de ballenas, así como por ser uno de los lugares más fríos y ventosos del planeta.
El muy especial terminado polar del fondo de este 1858 Geosphere es un método dominado por Montblanc. Para lograr tal realismo fotográfico, la firma utiliza una técnica especial que permite representarlo en 3D para aportarle profundidad y realismo. En primer lugar, hay que estructurar el metal de titanio, lo que implica que la decoración se grabará con láser teniendo como base la ilustración de la escena. Seguidamente, se le aplica el acabado deseado (mate o brillante) también con láser. La última fase es la de coloración. Los colores se crean mediante oxidación generada por un haz láser. El grado de oxidación determina el color final deseado. El uso de esta tecnología es ya una firma íntimamente asociada a Montblanc y nadie la domina y emplea como la casa avecindada en Le Locle y Villeret.
Pero el arte austral no se limita al fondo: una alusión a la aurora austral también se puede disfrutar en la esfera misma: la luminiscencia azul ilumina los continentes y la manecilla del doble huso horario, mientras que la luminiscencia verde destaca las manecillas de las horas y los minutos, los números, los índices y los puntos cardinales.
El Montblanc 1858 Geosphere 0 Oxygen South Pole Exploration está construido en titanio y mantiene las proporciones y características clásicas del Geosphere, con sus 42 milímetros de diámetro, superficies finamente pulidas y satinadas, cristal de zafiro abombado y resistencia al agua hasta 100 metros de profundidad.
El helado reloj este disponible en una edición limitada a 1,990 ejemplares que capturan el espíritu de exploración de Montblanc, reconociendo las aventuras de Reinhold Messner. Cuenta con un brazalete de titanio y una correa textil, que pueden intercambiarse fácilmente. La pieza está disponible en las tiendas Montblanc de todo el mundo.
Polo Sur: inspiración y meta
El continente antártico contiene el gélido Polo Sur terrestre. Esta altiplanicie glacial se encuentra a una altitud promedio de 2,835 metros sobre el nivel del mar y tiene un clima extremo, muy frío y seco. Las condiciones son inclementes; soplan poderosos vientos que desplazan la nieve por toda la región y se registran temperaturas que pueden descender hasta los -65 °C. Por ello, es uno de los lugares más inhóspitos —y menos explorados— de la Tierra. Tanto es así, que sólo puede ser un destino de interés para los más dedicados y preparados aventureros contemporáneos, como Reinhold Messner.
Reinhold Messner —Mark Maker de Montblanc— hizo historia en 1990, cuando el explorador Arved Fuchs y él se convirtieron en los primeros hombres en cruzar a pie la Antártida sin la ayuda de animales ni vehículos motorizados. Recorrieron una distancia de 2,800 km, ascendiendo gradualmente más de 3,000 metros, mientras llevaban un trineo con un peso superior a los 100 kg, una brújula y algunas herramientas e instrumentos. Las historias de estas aventuras extremas han sido la fuente de inspiración para el nuevo Montblanc 1858 Geosphere 0 Oxygen South Pole Exploration Edición Limitada 1990, cuya carátula muestra los tonos azules glaciales de los icebergs y los patrones de capas del hielo polar de la Antártida.
Una nueva hazaña
El 13 de diciembre de 2023, Montblanc acompañará a Simon Messner, hijo de Reinhold, en el Antarctic Ice Marathon, que se correrá en este implacable paisaje glacial. Simon nació en 1990, el año en el que su padre cruzó la Antártida. Simon enfrentará el reto llevando un Montblanc 1858 Geosphere 0 Oxygen South Pole Exploration Edición Limitada en la muñeca.
El punto de salida será a los pies de los montes Ellsworth, a unos pocos centenares de kilómetros del polo austral y a una altitud de 700 metros. Las condiciones que le esperan a Simon serán de nieve y hielo, con temperaturas que rondarán unos -20 °C. Y, por si eso no representara ya todo un reto, esta zona también es famosa por los fuertes vientos que la barren.
Siguiendo los pasos de su padre, Simon Messner descubrió su propia pasión por las montañas a los 15 años en las rutas de roca y hielo clásicas de los Dolomitas. Simon ha escalado numerosas rutas de este tipo y ha realizado primeras ascensiones en Omán, Jordania, Pakistán, los Alpes y sus montañas natales, los Dolomitas. Para Simon, el estilo correcto a la hora de abrir una ruta es tan importante como la ascensión en sí. Según él, y en concordancia con el legado de su padre, las montañas son ante todo un espacio para vivir experiencias que debe preservarse. Ahora, será su turno de conquistar y enamorarse de uno de las más retadores ambientes del planeta: el Polo Sur. Pero no se trata de repetir los pasos que su padre plasmó en 1990, sino de escribir su propia historia de aventura y descubrimiento, con el 1858 Geosphere 0 Oxygen South Pole Exploration acompañándolo. Buena fortuna, Simon.