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Piaget Polo: el más rico estilo contemporáneo
Israel Ortega . 13, oct, 2022
Desde su nacimiento, en 1979, el Polo de Piaget ha sido una de las máximas expresiones de elegancia deportiva. Con su vanguardista diseño integrado —donde caja y brazalete se funden en una continuidad estética absoluta—, Polo ha sido el reloj elegido por quienes valoran un estilo lujoso y discreto, pero identificable, basado en elementos visuales universales, y acompañados del savoir-faire horológico de la casa nacida en La Côte-aux-Fées en 1874, en el corazón de las montañas de Jura.
Esta temporada, celebramos el arribo de una nueva referencia del Piaget Polo Date presumiendo ropajes enfatizados por el tono verde de su carátula, que bien recuerda los bosques alrededor de la sede de la Manufactura Piaget en las montañas suizas.
Antes de detallarle esta obra relojera, repasemos un poco la historia del Polo y por qué es una de las máximas expresiones de lujo de los últimos 50 años.
La vida rica
A lo largo de los años, Polo ha gozado de una evolución discreta, pero intencional. Los preceptos de estilo definidos por Yves Piaget al momento de su creación se han mantenido evidentes y fuertes, soportando un concepto relojero de gran categoría.
Desde luego que en 1979, la creación de Yves Piaget resultó arrebatadora, marcando diferencia incluso entre otros muy connotados relojes deportivos de lujo nacidos unos años antes. Diseñado sin pudor para la época, el Polo lograba una perfecta integración de la caja de diseño de cojín con su carátula y la pulsera, gracias al uso de
gadroons
(o gallardetes) horizontales alternados y superficies satinadas. Si bien el diseño del Polo era intrépidamente contemporáneo, lograrlo fue posible gracias a los más de 100 años de innovación técnica y estética de Piaget.
En la historia del Polo no podemos hacer de lado la elegancia y lujo de su nombre, sinónimo de prestigio, exclusividad y las más altas esferas sociales. Piaget lo eligió por el deporte ecuestre, que celebra los valores y alcance de la marca. Este enfoque resonó en los años 70 y 80; el Piaget Polo era chic y desenfadado, y la comunidad de alto prestigio y gran nivel de vida sucumbió a sus encantos, asegurando el éxito continuo de este diseño visionario.
A lo largo de la década de 2000, Piaget refinó la estética del Polo, haciendo que la caja fuera más robusta, añadiendo nuevos rasgos y funciones.
Color de la vitalidad
Desde principios de los años sesenta, el verde ha sido una constante dentro de la paleta creativa de Piaget. El jade, el jaspe, la malaquita y las esmeraldas fueron buscados por la casa por su individualidad y Piaget comenzó a adornar sus creaciones con piedras de este color aportando un toque adicional de audacia a sus colecciones.
Este color impregna el nuevo Piaget Polo Date, aportando a la colección un nuevo matiz de audacia y frescura. Ahora, una caja de oro rosado de 18 quilates se combina con el patrón de trazos horizontales en color verde de la carátula del Piaget Polo Date.
Piaget Polo Date en verde
La actual generación del Polo Date se presentó hace unos meses en Watches and Wonders, debutando en una bella referencia en color negro. Hoy, llega esta rica variante en caja de oro rosa y esfera verde a salpicar de vitalidad el reloj deportivo de Piaget.
El Polo Date cuenta con una caja de acero inoxidable de 42 mm y 9.4 mm de grosor. Sin duda, la parte más destacada de la caja es el amplio y plano bisel con su acabado cepillado horizontal. La nueva faz del reloj presenta un color verde de profundos aires alpinos. Al combinarse con el cálido tono áureo de la caja, el resultado es un impacto tremendo de fresca belleza. La carátula por supuesto que está firmada con los gallardetes horizontales que le dan profundidad y textura. La esfera vede presenta marcadores aplicados que, junto con las manecillas, están rellenos de SuperLuminova para una mayor legibilidad. La característica ventanilla de la fecha, de forma trapezoidal, se mantiene a las 6 horas.
Por dentro del Polo Date late el calibre 1110P, visible a través del fondo de la caja de zafiro. El movimiento automático tiene apenas 4 mm de espesor y tiene una reserva de marcha de 50 horas. Como cabría esperar de Piaget, el movimiento está bellamente acabado con Côtes de Genève, perlage, biselado y tornillos azulados.
Polo Skeleton: expresión de la maestría de Piaget
Los frescos y contemporáneos Polo Date evocan perfectamente la maestría de la casa en materia de diseños universalmente adorados y la sutileza de sus finas mecánicas. No obstante, dentro de la familia Polo, hay un integrante que lleva esta exposición a nuevas alturas.
El gran saber hacer de Piaget se manifiesta en su máximo esplendor con el suculento Polo Skeleton. Este universalmente alabado reloj está disponible en cajas de acero y oro rosa de 42 mm y es protagonizado por una abrumadora arquitectura esqueletizada, disponible en tonos gris y azul.
El perfeccionamiento del Piaget Polo Skeleton requirió el diseño de una caja específica, que combinara las dos grandes áreas de experiencia de la maison: los relojes ultraplanos y los movimientos esqueletizados. El resultado fue este reloj de apenas 6.5 mm de grosor.
Para desarrollar con éxito el Polo Skeleton, los diseñadores e ingenieros de Piaget construyeron el nuevo movimiento esqueleto de cuerda automática 1200S1, accionado por un microrrotor descentrado. Con una reserva de marcha de 44 horas, el calibre 1200S1 tiene como objetivo crear espacios abiertos donde se asoma la mecánica que contrasta con los delicados puentes en colores gris y azul. Es como una obra neo-abstracta, donde función y arrojo visual se funden para recrear un objeto-arte funcional
Polo Skeleton es un perfecto ejemplo de los valores y tradiciones relojeras que han ensalzado a Piaget a lo largo de su historia. El esqueletizado se suma al desarrollo de relojes y calibres extraplanos como un género por el que la casa se ha destacado desde hace más de medio siglo. El Polo Skeleton es un nuevo recordatorio de la perfecta fusión de arte e ingeniería relojeras. Sin embargo, el mérito mayor hay que concederlo al Polo original y las generaciones que le han seguido, pues ha fungido como la base relojera —tanto artística como funcional— perfecta para las exigencias del lujo contemporáneo.