Van Cleef & Arpels construye relojes a partir de historias

El significado de la narrativa astronómico-poética de Van Cleef & Arpels se hizo evidente en el Midnight Planétarium. En esa pieza, pequeñas esferas de piedras preciosas imitaban el movimiento real de seis planetas que giraban alrededor del sol: la Tierra, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.

El enfoque tradicional de la relojería, como cualquier relojero podría contar, comienza desde la función: ¿cuál es el propósito de un reloj si no es el de contar el paso del tiempo? Los adalides de la horología han tenido la misión de crear los instrumentos más precisos, desde cronógrafos que pueden medir una centésima de segundo, hasta artilugios que pueden dar cuenta de las muchas fases de la luna. Van Cleef & Arpels, sin embargo, ha tirado por la ventana todas las nociones convencionales acerca del marcaje del tiempo.

Van Cleef & Arpels es ante todo un joyero. Miles han quedado fascinados ya por el encanto talismánico de la Alhambra y se han enamorado de la alegría del Perlée, o de los anillos de oro con cuentas que brillan en las manos y muñecas de aquellas mujeres que los llevan. Su alta joyería es insuperable en lo que respecta a su dominio de las habilidades y a la elección de sus impresionantes piedras. Pero al final del día, no es la cantidad de quilates de un collar lo que hace que cautive el corazón, sino la historia contada por cada una de estas piezas: la de un pájaro cantor acurrucando a su cría bajo su ala en la colección Le Secret o la de las olas con cresta de espuma en los Siete Mares.

Una galaxia lejana

El significado de la narrativa astronómico-poética  de Van Cleef & Arpels se hizo evidente en el Midnight Planétarium. En esa pieza, pequeñas esferas de piedras preciosas imitaban el movimiento real de seis planetas que giraban alrededor del sol: la Tierra, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Mercurio orbitaba alrededor del dial en 88 días, Venus, en 224 días, y lo más impresionante: Saturno tardaba 29 años en hacer una rotación completa alrededor de la esfera. Para la pieza, la magia del universo había sido traída a la vida en un entorno precioso, asegurada alrededor de la muñeca.

En aquel momento, este fue uno de los relojes de pulsera más complicados de Van Cleef & Arpels, realizado gracias a Christiaan Van Der Klaauw,  experto horólogo astronómico, quien ha dedicado el trabajo de su vida a la fabricación de artilugios astronómicos.

Los poetas del tiempo 

Todos los relojes de Van Cleef & Arpels comienzan como una historia, ya sea una historia del cielo y las estrellas, una historia de amantes, o una de hadas. Construir una narrativa antes de llegar al meollo de la cuestión (construir un reloj) refleja un enfoque que es exclusivo de Van Cleef & Arpels, quien colabora con los mejores en la industria para ayudar a que su visión se haga realidad.

El relojero holandés Van Der Klaauw es uno de los socios de Van Cleef & Arpels. El otro es Agenhor, cuyo dueño, Jean-Marc Wiederrecht, es una leyenda en la industria. De hecho, las  Poetic Complications comenzaron cuando Van Cleef & Arpels desafiaron al veterano relojero a encontrar una solución mecánica que pudiera contar la historia de las cuatro estaciones, lo que llevó a la creación del Quantième de Saison en 2006.

Agenhor también es un experto en la creación de movimientos retrógrados, un movimiento especial que permite a las manecillas trazar un arco a lo largo del dial, antes de regresar rápidamente a su posición original y comenzar su próximo arco en un baile elegante y agitado. Muchas de las Poetic Complications se inspiraron en estas innovaciones para hacer realidad sus ingeniosos diseños: el movimiento retrógrado, por ejemplo, aparece muchas veces en los relojes Lady Arpels Pont des Amoureux, Butterfly Symphony y Lady Arpels Féerie.

Cada uno con una historia única para contar: en el primer caso, por ejemplo, dos amantes se acercan en el Pont des Arts, haciendo una pausa para un beso fugaz al mediodía y a la medianoche, antes de ser arrojados de vuelta a los lados más lejanos del puente para comenzar de nuevo su viaje.

Movimiento encantado  

En 2003, Van Cleef & Arpels presentó la colección de alta joyería Midsummer Night’s Dream, un deslumbrante y mágico homenaje a las traviesas y juguetonas hadas, seres mágicos y delgados que fueron representados en elegantes poses y con sus delicadas alas levantadas en pleno vuelo mientras surcaban el bosque encantado. Dos años más tarde, la Maison combinó el motivo de las hadas, símbolo de feminidad y travesura, con el complicado movimiento retrógrado, para crear así el reloj Lady Arpels Féerie.

En el dial de este reloj se encuentra un hada de diamantes, una musa protectora que vigila el paso del tiempo, y que tiene el rostro hecho de un diamante de talla ovalada. Con su varita mágica, el hada señala las horas en el lado izquierdo, mientras que la punta más larga de sus alas de gasa indica los minutos. El movimiento del reloj Lady Arpels Féerie consta de dos partes: la primera, el módulo retrógrado de Agenhor, que se establece sobre un movimiento Jaeger-LeCoultre con 30 horas de reserva de energía. Esculpido en oro blanco con diamantes redondos en el bisel, el reloj viene con un dial de esmalte rojo o azul, y con grabado en guilloché sobre un patrón de rombo que realza la luminosidad y la profundidad del dial, preparando así el escenario para que el hada de diamantes haga su mágica aparición.

Un vistazo a las estrellas 

El Lady Arpels Planétarium, lanzado este año, es la secuela del enormemente alabado Midnight Planétarium, considerado hasta el día de hoy como una de las creaciones de relojería más impresionantes de Van Cleef & Arpels. En el reloj de oro blanco de 38 mm, el cielo nocturno luminoso se representa con un dial hecho de aventurina, una piedra azul brillante que se ha vuelto muy popular en los últimos años. Por supuesto, el encanto sigue siendo el planetario en miniatura: una perla rosa nacarada representa Mercurio, Venus es un esmalte verde, la tierra una turquesa y la Luna un diamante.

Al igual que en la versión anterior, en esta los planetas viajan a velocidades reales, pero este reloj viene con una innovación: la Luna gira alrededor de la Tierra en 29.5 días, realizando una danza celestial que puede verse día tras día. Alrededor de la periferia del dial está el tiempo, que se muestra con gracia a través de una estrella fugaz en oro chapado en rodio. Pero por si esto no fuera suficiente, al dar la vuelta al reloj es posible ver dos pequeñas aberturas donde se muestran el día, el mes y el año. 

Lee la historia original aquí.

Te puede interesar:

Conoce nuestra sección Vintage